Explotación laboral y violencia contra las mujeres
- mujerestrabajadora
- 24 nov 2023
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Este 25 de noviembre se conmemora el “Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres”, por ello es pertinente recordar que la violencia en contra de las mujeres no se circunscribe solamente a la violencia física y tampoco afecta a todas por igual, sino que tiene su origen en el sistema económico que explota y que afecta de manera contundente a las trabajadoras y trabajadores.
Y es en este contexto de permanente violencia que las mujeres trabajadoras y de los sectores populares vivimos en carne propia vorágine de la explotación derivada del capitalismo en México y en el mundo, y a más de tres años de la llegada de la pandemia de COVI-19, seguimos siendo las más afectadas en términos económicos, lo que afecta al conjunto de las familias trabajadoras del país.
El actual gobierno, que se ha autodenominado feminista sólo por tener un mayor número de representantes mujeres que en los hechos sirven a los mismos intereses empresariales que sus compañeros varones, y que en su conjunto han sido sordos ante las necesidades y demandas de las mujeres trabajadoras, pues permitieron que en medio de una crisis sanitaria y económica se realizaran recortes salariales, despidos injustificados, mismos que han continuado en estos años.
Como parte de esta espiral de violencia, México es un país con un índice muy alto de feminicidios, pues en 2022, se denunciaron 968 casos, cifra que representa un aumento del 127 % con respecto a 2015, el asesinato de una mujer por razón de género es la forma más cruenta de violencia contra las mujeres, pero lamentablemente no es la única.
Según datos del INEGI, siete de cada 10 mujeres en el país han experimentado algún tipo de violencia en su vida, esto se hace evidente en todos los sectores en los que nos desenvolvemos, pero la violencia laboral que vivimos las mujeres trabajadoras termina impactando todos los aspectos de nuestra vida y a toda nuestra clase; que nos despidan por estar embarazadas es violencia, que no se respete nuestro derecho al permiso por lactancia y el derecho a incapacidad por maternidad es violencia, los salarios de hambre son violencia, la carencia de seguridad social es violencia, que nos arrebaten el derecho a pensionarnos es violencia.
Por eso en la Organización de Mujeres Trabajadoras de México (OMTM) ponemos el acento en la violencia que padecemos, pero no en abstracto, sino las explotadas, las más, las que producimos la riqueza. Esa violencia sistemática se ha invisibilizado porque no la sufren todas las mujeres, sino sólo las mujeres trabajadoras las que trabajamos para sobrevivir, aceptando cualquier condición laboral para mantener a nuestras familias.
Antes de la pandemia las mujeres trabajadoras ya nos concentrábamos en el empleo informal, ese que no otorga prestaciones como servicio médico, ahorro para el retiro o Infonavit, y quienes se están en la formalidad, las menos, perciben salarios hasta 30% menores que el de sus compañeros. La violencia contra la mujer trabajadora, sólo se puede frenar con organización y lucha.
Somos también las trabajadoras, las más afectadas por la violencia física y acoso sexual, por parte de nuestros patrones, compañeros de trabajo, familiares y amigos. Reconocemos el enojo de compañeras y hermanas de clase acumulado tras años de abusos, violaciones, desapariciones e impunidad. Sin embargo, hacemos un llamado a dirigir nuestra lucha hacia los responsables –quienes nos explotan, nos imponen condiciones de desigualdad con nuestros compañeros, nos arrebatan los derechos laborales y nos someten a todas las formas de violencia más bárbaras–, es decir, contra el sistema capitalista y quienes se benefician de éste.
Remarcamos que es urgente que demos una respuesta organizada a la violencia de género que vivimos día a día, los empresarios, con el respaldo del gobierno y de sus partidos burgueses, no dudan en golpearnos con tal de mantener y maximizar sus ganancias, por eso, a su vez, el mismo gobierno sólo da paliativos “rosas” en contra de la violencia que sufrimos.
Por ello, hacemos un llamado enérgico a todas nuestras hermanas de clase para luchar contra la explotación laboral y opresión de
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