Acceso a guarderías y estancias infantiles empeora con la pandemia
- mujerestrabajadora
- 31 jul 2020
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Por Laura Hernández
Uno de los problemas a los que nos enfrentamos las mujeres trabajadoras es que nuestros hijos tengan acceso a guarderías o estancias infantiles, mismo que ha empeorado tras la contingencia en el país por covid-19.
Una realidad es que en la cuarentena las mujeres de la clase obrera se han enfrentado no sólo al riesgo de enfermarse, si no también han sido víctimas del desempleo o de los descansos no pagados. Durante la pandemia todo se torna difícil y la situación no mejora para las y los trabajadores hasta la fecha.
Desde marzo del 2020 más de mil guarderías del IMSS, guarderías municipales del DIF o estancias en el país se fueron a cuarentena mandando un gran número de menores a casa , poniendo en una disyuntiva a las madres trabajadoras: sus hijos o su trabajo.
El problema principal no es únicamente el cierre de las guarderías, a pesar de que es una urgente necesidad que tenemos como mujeres trabajadoras. Frente a estas circunstancias queda comprobado que la clase obrera necesita organizarse, en particular la madre trabajadora. Para que a través de eso, de su propia lucha, arranque al patrón el derecho de guardar cuarentena, estar con sus hijos en casa y recibir íntegramente su salario. En estas circunstancias de la pandemia, y en otras similares que se presenten después.
Al enfrentarse a la situación de la pandemia, sin organización, muchas mujeres se vieron obligadas a recurrir al uso de permisos sin goce de sueldo por encontrarse en la dificultad de no tener quién se hiciera cargo de sus menores durante sus horarios de trabajo.
Las guarderías privadas reabrieron después de meses y en parte debido a la insistencia de los padres de familia. El problema es que muchas aumentaron sus cuotas. Lo que causa un desbalance aún mayor en la economía de las familias obreras, pues se suma la disminución del salario, y en ocasiones un gasto superior por concepto de material de protección para los hijos.
La pandemia, junto con la crisis económica, provocó una situación diferente en cada región del país. En el norte (Coahuila, Chihuahua, Baja California), la Industria Maquiladora de Exportación se negó a cesar actividades no esenciales. La obligatoriedad del trabajo lleva a que la mujer obrera exponga más su salud y su vida, pero también la de sus hijos que permanecen fuera de casa, así como los familiares que esperan en sus domicilios.
Dentro de nuestras demandas inmediatas está:
1.- incrementar el número de guarderías públicas (IMSS, DIF, etc.);
2.- exigir un pago especial para el uso de guarderías privadas (cuando no exista otra opción)
3.- reducción de la jornada laboral, hasta las 35 horas semanales, sin afectar nuestro salario.
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