Matamoros

En las fábricas que estallaron paros y huelgas por el movimiento 20/32 (exigencia de 20% de aumento salarial y bono de $32,000) la lucha conjunta de más de 50,000 obreros en su punto más álgido logró doblarle la mano a los patrones que alegaban la inviabilidad de dar ese aumento al tiempo que reclamaban que el paro les causaba perdidas millonarias (por encima de lo que solicitábamos de aumento). Muchas fábricas volvieron a trabajar pero no podemos decir que se haya vuelto a la normalidad, otras fábricas, siguiendo el ejemplo, han estallado paros similares, vemos a los compañeros en sus plantones cuando entramos y salimos del trabajo, así como ellos nos vieron a nosotras, y nos alegramos de hayan decidido sumarse. Pero también dentro de la maquila las cosas ya no son igual, los gerentes nos miran con recelo y mantienen una vigilancia sobre nosotras que raya en el hostigamiento, tan solo unos días después de regresar a laborar han vuelto a las arbitrariedades, a los malos tratos, comenzaron a cuidar hasta el más mínimo detalle y a ponerlo de pretexto para descontarnos e incluso para despedir compañeras. Por supuesto que esto nos molesta, y estamos muy al pendiente de que se lleve el proceso legal para que les den la justa liquidación, pero también sabemos que lo que quieren es presionarnos, sabemos que harán todo lo posible por echar abajo nuestra organización y nuestra conquista. Incluso antes de comenzar con los despidos ya habían colgado la lona de “estamos contratando” y por si fuera poco a quienes han ido a preguntar por el empleo les están ofreciendo el salario mínimo, sin el aumento que hemos conseguido. Así como las cosas han cambiado también nosotras hemos cambiado, ya no tenemos miedo, sabemos de lo que somos capaces y sabemos que, aunque nos quieren atemorizar los que están en pánico son ellos, los patrones y sus lambiscones que se encargan de acosarnos, pudimos lograr nuestra demandad 20/32 y eso significa que podemos lograr mejorar todo lo demás: la falta de equipo de seguridad, el incumplimiento en pagar las utilidades; no será fácil, pero no nos rendiremos.