La lucha política
- mujerestrabajadora
- 28 abr 2019
- 2 Min. de lectura
EL PAPEL DE LAS MUJERES FRENTE A LOS MONOPOLIOS
Las mujeres debemos hacer frente a las injusticias presentadas en nuestros centros de trabajo, en nuestro hogar o escuela etc., en cualquier lugar donde no se respete el trabajo de la mujer, donde se le explote, se le exprima toda la energía a cambio de un salario miserable, pues nadie más va a reclamar lo que es nuestro, es decir, el valor de nuestro trabajo. Las mujeres de las maquilas, por muchos años hemos sabido que vivimos las peores condiciones de trabajo y explotación en esos sitios, con sueldos miserables, jornadas inagotables y, como en muchos otros centros, acoso sexual; estas situaciones nos orillan al descuido de los hijos y de nuestra propia salud, pues nadie puede resistir por mucho tiempo las largas jornadas y el exceso de trabajo, sin alimentarse bien, sea por la falta de tiempo o de recursos. Pero llega un punto en que nos damos cuenta de la necesidad de hacerle frente a estas situaciones, de luchar por que se termine este martirio para las mujeres trabajadoras, pues mientras dejamos la vida en la fábrica, mientras se agota nuestra salud, mientras nuestros hijos crecen sin nuestra compañía, alguien más se enriquece los bolsillos con nuestro trabajo; los dueños de las fábricas, los patrones son quienes ven las ganancias, mientras nosotras seguimos con un sueldo que apenas nos da para salir al día. La historia nos ha demostrado que la única forma de lograr ganar un aumento salarial, un pago por las horas extras, de conquistar los derechos laborales, ha sido a través de la organización de las y los trabajadores, pues cuando uno va a pedir un aumento salarial solo, recibe burlas y rechazos o aumentos indignantes, pero cuando de verdad ven que todos los trabajadores unidos exigen esas mejoras, no les queda más que ceder a nuestras demandas para no tener más pérdidas. Un ejemplo de ello fue lo sucedido a principios del año, cuando se llamó a huelga general de maquiladoras en CD Juárez para exigir el aumento al salario o en el caso de las maquilas de Durango donde más de 2 mil trabajadores se fueron a huelga por liquidaciones justas. La presión de la organización de las y los trabajadores puede llevarnos a grandes conquistas en cuanto a derechos laborarles y ponerle fin a la explotación de la que somos víctimas, que terminen las largas jornadas laborales, que los salarios aumenten y que ninguna mujer vuelva a ser víctima de ningún tipo de acoso en el trabajo.
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